El trabajo de investigación se basa en el principio de honestidad intelectual, de respeto y reconocimiento de los trabajos ajenos, que tiene su plasmación en las correspondientes citas y notación adecuadas.

El plagio es considerado en todas las universidades como una de las faltas más graves que puede cometer uno de sus miembros, algo que va contra la honradez y la ética que deben presidir todas las actuaciones de una institución garante del progreso científico; lo cierto es que casi todas se han dotado de comités o normas para evitarlo y castigarlo.

Ante la evidencia de los numerosos plagios hallados en la obra del profesor Suárez Bilbao, denunciados por parte de algunos investigadores que han visto como se utilizaba su trabajo intelectual de manera fraudulenta y que han sido sacados a la luz en periódicos, páginas web y otros medios en las últimas semanas, y que afectan, entre otros, a compañeros modernistas, la Fundación Española de Historia Moderna quiere mostrar con rotundidad su rechazo a estas prácticas de plagio que abochornan a la comunidad universitaria, minan su credibilidad y le hacen ser más vulnerable frente a quienes la cuestionan. La transparencia, la objetividad, el rigor científico y la honradez deben ser características del trabajo universitario, que apuesta por la innovación en el conocimiento y reivindica su voluntad de servicio público. Por ello sorprende aún más que el autor de los plagios sea en este caso un rector, que, como máximo responsable universitario, debe velar por el riguroso respeto a la autoría de los trabajos de investigación.

Tenemos el compromiso de dar ejemplo a los jóvenes universitarios a los que les exigimos corrección en exámenes y trabajos; a los jóvenes investigadores debemos decirles que no sirven atajos para el trabajo académico, que las excesivas presiones administrativas por los curricula no deben hacernos olvidar la responsabilidad ética contraída, ya que de ella depende nuestra credibilidad intelectual como investigadores y de la universidad como institución, cuya reputación debemos preservar.

Por todo ello, la Fundación Española de Historia Moderna pide que se asuman, con todas las consecuencias, las graves responsabilidades que derivan del lamentable caso denunciado en el presente escrito.

Fundación Española de Historia Moderna
21 de diciembre de 2016.