HISTORIA AGRARIA APRUEBA UNA POLÍTICA EDITORIAL DE GÉNERO
Como historiadores, sabemos que la realidad no siempre es perceptible a simple vista. Que podemos mirar sin ver. Que es necesario formular las preguntas oportunas para poder observar fenómenos que pasan desapercibidos por tenerlos naturalizados.
El sesgo de género en los procesos académicos es uno de ellos.
La inmensa mayoría de las personas que nos movemos en el ámbito académico somos conscientes de los desequilibrios estructurales existentes y partidarias de suprimir los obstáculos que impiden la igualdad de género. Y a pesar de ello, los desequilibrios persisten.
La igualdad de género, el quinto de los objetivos de desarrollo sostenible asumidos por las Naciones Unidas, no puede fiarse al largo plazo y a la corrección espontánea. Es necesario tomar acciones concretas ya.
El equipo editorial de la revista Historia Agraria ha tomado la decisión de asumir de modo explícito y activo una política editorial de género.
Para ello ha efectuado un diagnóstico de situación, identificando las diferentes dimensiones del proceso editorial, y acordado acciones concretas para conseguir en todas ellas el máximo grado de igualdad. El seguimiento de un conjunto de indicadores para cada una de esas dimensiones del proceso editorial permitirá comprobar el grado de avance en la obtención de ese objetivo de igualdad de género.
La declaración aprobada por el Consejo de redacción y los indicadores mencionados se hacen públicos en nuestra página web: http://www.historiaagraria.com/es/politica/politica-de-genero/.
En otras circunstancias no sería necesario asegurar que un compromiso activo y decidido como éste no afectará de modo negativo a la calidad y regularidad de la revista. Pero tenemos tan interiorizada la desigualdad estructural que no es extraño que más de una persona albergue esa duda. Que quede claro: la máxima igualdad es compatible con la máxima calidad.
En definitiva, el equipo editorial de Historia Agraria se compromete a corregir los sesgos estructurales y a alcanzar pronto la igualdad de género en sus procesos editoriales. Cree con ello contribuir también modestamente a erradicar la brecha de género en el espacio académico y científico. Al andar se hace camino.
José-Miguel Lana, Editor En nombre del Equipo editorial de Historia Agraria
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