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La muerte sin descendencia en 1700 de Carlos II, el último de los Habsburgo, y el término de la guerra de sucesión española (1701-1714), trajo consigo la llegada de la nueva dinastía de los Borbones que impuso la transformación social, económicas, política, cultural y administrativa de España y sus posesiones ultramarinas a lo largo del Siglo de las Luces.
El impulso ilustrado y las ideas de la reforma pudieron ser una realidad, en el trascurso de los reinados de Felipe V, Luis I, Fernando VI, y Carlos III gracias a la acción política de una élite intelectual que llevó a cabo, con hospicio de la Corona, un ambicioso plan reformista que, iniciado en profundidad en tiempos de Fernando IV, y potenciado y ampliado en el gobierno de Carlos III, encontró el culmen del despotismo ilustrado y la reformación borbónica de unas estructuras heredadas de la administración Habsbúrgica.
Fueron políticos e intelectuales como el Marqués de la Ensenada, el Conde de Floridablanca, el Conde de Aranda, Pedro Rodríguez de Campomanes, Gaspar Melchor de Jovellanos, Pablo de Olavide o Jorge Juan y Santacilia, entre otros, quienes trabajaron junto con estos monarcas en la modernización de España y sus posesiones de ultramar. Es precisamente la repercusión de este reformismo borbónico en estos territorios coloniales —esta periferia del imperio— a donde dirige su atención este Seminario de Investigación.
En ese sentido, el reformismo se extendió a América repercutiendo en todos los campos. Basta citar algunos ejemplos significativos como la racionalización de la Hacienda, el control de los monopolios (pólvora, tabaco, lotería, naipes…) el notable progreso tecnológico en la minería, la creación de varias compañías privilegiadas en la Carrera de Indias, el decreto de Libre Comercio (1778) que abrió el tráfico a otros puertos españoles y americanos, la creación de nuevos virreinatos (Nueva Granada y Río de la Plata), las nuevas Audiencias, la implantación de las Intendencias, la creación de apostaderos para la Armada, la atención a las fortificaciones, la formación de un ejército regular o, en el ámbito cultural, la fundación de academias, universidades y colegios.
La implementación de la cultura ilustrada en estos territorios y de este ambicioso plan de reformas, por supuesto, no se produjo sin encontrar resistencias, provenientes, en especial, de los grupos privilegiados que veían en la mudanza de los tiempos un peligroso ataque a las prebendas que la organización estamental les brindaba.
En este Seminario de Investigación, buscaremos adentrarnos en el perfil intelectual y político de los llamados «Hombres de Estado», que idearon e intentaron llevar a término muchos de estos proyectos en el ultramar español. Para ello, contaremos con la presencia de tres de los más reconocidos investigadores en el panorama nacional e internacional sobre la materia:
El profesor José Luis Gómez Urdáñez, catedrático de Historia en la Universidad de La Rioja, nos hablará del proyecto reformador del marqués de la Ensenada, famoso ministro de Felipe V y Fernando VI, destacado estadista, con una importantísima obra en la Marina Real y que alcanzó el cénit de su poder a mediados del siglo XVIII. Por su parte, la Dra. María Bárbara Zepeda Cortés, profesora en la Lehigh University, dedicará su ponencia a José de Gálvez, otra figura clave del reformismo ilustrado, creador del Archivo General de Indias, gran impulsor de expediciones científicas, y promotor de proyectos ultramarinos orientados al fortalecimiento económico y militar del Imperio mediante la racionalización de su administración. Finalmente, el profesor José Miguel Delgado Barrado, catedrático de la Universidad de Jaén, abordará en su ponencia la desconocida trayectoria de Bernardo de Arquea, secretario de Pablo de Olavide, ofreciéndonos con ello una interesante perspectiva, desde la cual podremos conocer la acción de personajes que, aun no siendo tan conocidos, no dejaron de ser “Hombres de Estado” en las periferias del imperio español del siglo XVIII.
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